Tiempo para trabajar y pagar deudas.
Tiempo para correr el colectivo o esperar un semáforo. Para escuchar a un amigo o putear a ser odiado.
Tiempo para lavar los platos de una cena que no me gusta. Y hasta para ver una película que jamás hubiera elegido.
Tiempo para criar, educar y mimar.
Tengo tiempos para todo y para todos. Excepto para la persona más importante, la que me acompaña a todos lados y de la que depende mi vida.
Tengo tiempos para todo y para todos, excepto para mí.
domingo, 17 de junio de 2007
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